Fundadores de Mariano Arista

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viernes, 25 de julio de 2008

De cómo la Iglesia a pretendido cultivar y manejar la ignorancia del pueblo.

A continuación se presenta una carta del Presbítero Bonifacio M. Padrón quien radicara en el Municipio de Ciudad Fernández a finales del siglo XIX, donde pide públicamente disculpas por haber provocado el ausentismo al trabajo del ferrocarril por parte de los trabajadores que habitaban las comarcas de aquel municipio.

Esto es un claro ejemplo de cómo es que la Iglesia, tanto antes como ahora ha tenido el poder del manejo de las masas y como es que han viciado y perpetuado la ignorancia del pueblo, pues pudiendo evitarla prefieren cultivarla para seguir manteniendo su dominio.

A continuación la trascripción literal de dicha carta, publicada en el periódico oficial del estado de San Luis Potosí el día 09 de diciembre de 1881.

“ Señor Juez de Letras del Partido de Rioverde.
Rioverde, Octubre 6 de 1881.
Muy señor mío:
En el rancho del Terreno, el Viernes próximo pasado, pronuncié un discurso dirigiéndome al pueblo de aquel rancho, y el objeto que me propuse fue hacer que concurrieran a los ejercicios que tengo preparados en la iglesia de Ciudad Fernández a los vecinos del Rancho. Por tal motivo y celoso por demás, en el cumplimiento de mi ministerio, me permití decirle al pueblo, que fuera a los ejercicios, en lugar de ir a trabajar al ferrocarril, porque este es camino de los protestantes y del Antecristo, y que el dinero que ganan allí, se les volverá carbón y tierra.
He reflexionado con detenimiento sobre tal hecho, y veo que hice mal, porque perjuicio las empresas de ferrocarriles y además porque no son ciertas, ni pueden serlo, los hechos que traté de sostener, porque en el siglo XIX, siglo de las luces y de la ilustración, no se puede creer, ni decir, que los ferrocarriles son obras del diablo, y por lo mismo retractándome de lo dicho en mi discurso, doy a vd. facultad para publicar este escrito. Soy de vd. su S. S. Q. B. S. M. Bonifacio M. Padrón.
El juzgado certifica que el anterior documento fue hecho ante mi y testigos de asistencia y firmado por el Presbítero Padrón.Rioverde, diciembre 06 de 1881, Lic. Juan Undiano.- A., Donato Pimentel.- A., Benjamín Rodríguez.”