Fundadores de Mariano Arista

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domingo, 11 de septiembre de 2011

Masonería en primera persona: "Hemos formado parte de todos los gobiernos"

"¿Pensaste que te ibas a encontrar con otro panorama?". La pregunta del gran maestre Ángel Clavero dio por finalizada una extensa charla de masonería, política, cultura, medios de comunicación e historia. La inquietud del entrevistado encuentra su fundamento en el mensaje que, según él, quieren instalar los medios: presentar a la masonería como una sociedad secreta y llena de tramas oscuras. Sin embargo, bastó un diálogo ameno para echar por tierra el grado de oscurantismo que se le imputa a la Gran Logia.

Igualmente, no deja de ser una institución con intereses, de hecho, no se concibe un organismo que no los tenga. En pos de ellos, los masones no dudan en "atribuirse" distintas personalidades de la historia nacional y mundial. Más allá de José de San Martín -de quien siempre circuló que pertenecía a la Logia Lautaro- los principales líderes de la historia occidental integran una lista que el gran maestre entrega al periodista.

De todos modos, son cautos al hablar de los referentes políticos actuales. Sin bien aseguran que en todos los gobiernos argentinos ha habido masones, evitan precisar los nombres de funcionarios actuales. "Si bien somos una sociedad abierta, preferimos que sea una decisión personal, con respecto a la pertenencia masónica", explica Clavero, en compañía del delegado por Mendoza, José Fara.

A cargo de Control de Gestión de Fundación Universitas, Fara acompaña los planteos del gran maestre. "Mirá si seremos abiertos que cualquiera puede ingresar a nuestra página web y solicitar la admisión", dice de manera contundente y destaca: "Cada uno de nosotros tiene su propia vida. El valor interior masónico lo aplicamos en el partido político, la ONG o cualquiera de nuestras actividades".

Clavero destaca su trayectoria católica para sostener que la masonería no es antirreligiosa, aunque remarca que es requisito fundamental abstenerse de fanatismos por los distintas dogmas. "Pregonamos la libertad de pensamiento. Queremos que en las reuniones se hable de distintos temas sin fanatismos", sentencia.

-¿Qué opina de los libretos de “El Elegido” y “Herederos de una venganza”?
-Cuando nos preguntan sobre estas series televisivas decimos que están dentro de la ficción y que nosotros somos parte de la realidad. Además, no fuimos consultados por ninguno de los libretistas.

-Entonces, ¿por qué ese desprestigio hacia la masonería?
-Lo que pasa es que a algunos sectores de la sociedad no les conviene que seamos una escuela laica, abierta, libre pensante y que enseñe al hombre a pensar por sí mismo.

-¿A los medios no les conviene?
-A los sectores fanáticos de distintos dogmatismos no les conviene. Están en contra de nuestros principios. Nosotros no queremos la formación de líderes, queremos el progreso interno del hombre para construir un mundo en base a fraternidad, igualdad y libertad. "Somos una sociedad filosófica, filantrópica y progresista", dice Clavero.

Esos principios, que después del surgimiento de la masonería serían la base de la Revolución Francesa, guiaron a los líderes de la emancipación americana, según Clavero. La lista de masones, difundida por la logia, incluye nombres ilustres de la historia nacional: José de San Martín y Manuel Belgrano, entre otros. 

Entre los presidentes, la historia de la masonería cuenta que Domingo Faustino Sarmiento llegó a ser gran maestre, cargo que habría abandonado antes de asumir la segunda Presidencia de la República. Curiosamente, su reemplazante sería un referente de la vida política de fin de siglo: Leandro Nicéforo Alem, fundador de la Unión Cívica junto a Bartolomé Mitre, también reconocido como masón. La nómina de presidente es llamativamente extensa. Además de Sarmiento y Mitre, los masones sostienen que el primer mandatario, Bernardino Rivadavia, era miembro de la logia. Lo mismo sostiene Clavero de varios referentes de la Generación del ’80. Quizás el gran ausente de estos últimos es Julio Argentino Roca, que no aparece en la nómina.

-¿Política y masonería van de la mano?
-Nuestra intención es agrandar moral y espiritualmente al ser humano para mejorar la vida política de los países, siempre bajo los ideales igualdad, libertad y fraternidad. Quizás en este último punto tengamos aún una deuda pendiente. Además, de nuestras reuniones sacamos conclusiones que presentamos en distintos partidos políticos.

-¿Cómo son los encuentros masones?
-De acuerdo con cada logia. Por lo general, se realizan reuniones semanales entre 20 ó 30 personas en las que primero hay un ritual para conducir y ordenar nuestras reuniones, nos permite ver quién habla primero, qué temas tratamos, etcétera. Después, conversamos sobre todos los temas que afectan al ciudadano: religión, cultura, ciencia, política, entre otros. Después sacamos conclusiones que acercamos a distintos partidos políticos.

-¿Qué leyes han salido de la masonería?
- Y... Una de las más importantes de la historia la promulgó un masón. La 1420 fue sancionada por Sarmiento.

-¿Qué requisitos hay que cumplir para ingresar a la masonería?
-Como entidad abierta, lo único que pide es los interesados en ser masones no sean fanáticos de ningún dogmatismo. Se admiten hombres que puedan conversar de distintos temas sin fanatismo. Eso no implica que seamos antirreligiosos: yo provengo de un hogar católico, me casé por iglesia y mis hijos están bautizados.

-¿Usted cómo se inició?
-Desde joven quería hacerlo pero no podía porque en ese tiempo había que tener algún contacto para ingresar, no estaba tan universalizada la institución. Después escuché a dos personas en el partido que militaba (UCR) hablando de masonería. Los interrumpí y les dije que quería ingresar y me llevaron. Entré a principios de los 80’s.

-¿Qué opina sobre la Iglesia institución?
-Primero, creo que el Estado debe ser neutral en materia religiosa; debe ser reservada al ámbito privado de la persona humana. A mis hijos les di la educaron católica en mi casa. Allí corresponde hacerlo.

-¿Cómo se mantienen económicamente?
-Con el aporte de los integrantes, pagamos una cuota como si fuera un club. Si por algún motivo hubiese que efectuar una reforma en algún edificio, se apela a la buena voluntad de los hermanos (entre sí, los miembros de la masonería se llaman “hermanos”) y aparece la plata.

Fuente: Mendoza online.