Fundadores de Mariano Arista

Fundadores de Mariano Arista

jueves, 12 de septiembre de 2013

A cuarenta años, una “plancha” necesaria

A los que cayeron defendiendo el Gobierno Popular. A los que sobrevivieron y continúan con su legado democrático, entre ellos mi padre.

No conozco un mes como Septiembre tan cargado de historia. Tan repleto de encontrados sentimientos. Significativas fechas, alegrías y tristezas, esperanza y muerte, olvido y metralla, pólvora y resistencia. Septiembre luminoso. Septiembre de amor enlutado. No conozco un mes como septiembre que esté grabado tan hondamente en la memoria del pueblo chileno. Las nuevas generaciones desconocen que el 4 de Septiembre se elegía a los presidentes de Chile y estos asumían en Noviembre. Era una fiesta –en lo que históricamente podía ser una fiesta- de la democracia.

Próximos a cumplirse cuarenta años del Golpe de Estado, cuya imagen emblemática es el Palacio de La Moneda ardiendo por sus cuatro costados mientras la bandera Patria izada hasta el tope se consumía por las llamas de la traición golpista, se han escrito muchas historias sobre sus principales protagonistas. La figura cada día más alta del Presidente Salvador Allende  Gossens ocupa crónicas y portadas de los diarios del mundo entero. Se habla y escribe sobre Allende. Pero existe una faceta de la carismática personalidad del Dr. Salvador Allende que permanece abordada con sigilo, casi en penumbras de Iglesias y Monasterios. Paradojalmente se refiere al “Allende Masón” de lo que se ha escrito poco o casi nada, incluso por aquellos que podrían testimoniar con mayor sapiencia que un “profano” este aspecto tan importante en la vida de Allende.

El periodista Juan Gonzalo Rocha en su libro “Allende Masón. La visión de un profano” escribió  “La Masonería cruza toda la existencia de Salvador Allende, desde su más temprana edad hasta el último instante de su vida” Así es. En 1934 Salvador Allende es invitado a ingresar a la Masonería para que un día sábado 16 de Noviembre d4e 1935, cumpliendo los ritos de rigor sea iniciado Masón en la Respetable Logia Progreso Nº 4 del Valle de Valparaíso. Para escribir este artículo revisé abundante literatura y tuve entrevistas con eruditos en el tema; también estudié archivos y diarios de la época y pude verificar una lealtad a toda prueba,  una vinculación de amor,  agradecimiento y orgullo de Salvador Allende por su pertenencia a la Masonería. A cuarenta años del golpe de Estado de 1973, que con metralla y bombas puso fin a la institucionalidad democrático burguesa y extinguió la vida física de un humanista ejemplar, llegó la hora, ya que sus “hermanos” no lo hacen, rendir el homenaje necesario, aunque sea por mano profana, a Salvador Allende, Masón.

En una larga entrevista realizada por el intelectual francés Regis Debray, Salvador Allende, electo Presidente de Chile, cuenta como la historia familiar unida a su sólida formación intelectual para adherir a la Masonería. En dicha entrevista se refiere a su abuelo paterno, el doctor Ramón Allende Padín, masón, parlamentario y militante radical,  conocido como “el rojo Allende” tanto por sus ideas liberales como por el color de sus patillas. Este abuelo de Salvador Allende llegó a ser Gran Maestro de la Logia de Chile. En otras entrevistas el Presidente Salvador Allende recuerda con emoción que cuando falleció su padre, el Notario Salvador Allende Castro, la masonería adquirió dos viviendas. Una para que viviera la viuda y los hijos del Notario, y otra para que se arrendara y con esos ingresos poder vivir con cierta dignidad. Allende nunca olvidó este gesto de fraternal.

Se cumplirán cuarenta años del Golpe de Estado de 1973 y aún los golpistas no se arrepienten ni piden perdón de sus actos. Tímidamente, en algunas instituciones se inician gestos tardíos,  no del todo asertivos como espera la sociedad chilena, como es la reciente declaración de la Corte Suprema de Justicia. En esa línea sería interesante que una respetable institución como la Masonería rinda los homenajes y reivindicaciones a uno de los suyos, que al decir del Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, el profesor Marino Pizarro “Allende vivió y murió como Masón”

Fuente: Agencias.