Fundadores de Mariano Arista

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martes, 23 de septiembre de 2014

LA MASONERÍA : Llera Siempre es noticia


La Logia José de Escandón No. 31 del pueblo de mis mayores nació el seis de abril de 1948 gracias a la insistencia del Ingeniero Darío Hernández Cervantes que siendo iniciado en Ciudad Victoria Tamaulipas llegó a la Villa de Llera cumpliendo una Comisión Hidráulica que el Gobierno del Estado le había conferido y al saber que en esta región no existía un taller masónico pero si varios iniciados se echó el compromiso de visitarlos a todos y puestos de acuerdo un buen día iniciaron trabajos siendo sus primeros integrantes los señores Jesús Castro Muñiz, José Meza Rocha, Filiberto Sánchez, Vicente Estringel, Héctor García Herrera, Guadalupe Villarreal Silguero, Gumersindo Castro, Higinio Tovar, Justo de la Garza, Bernardo San Pedro, el propio Darío Hernández y otra persona cuyo nombre no me recuerdo pero todos fueron llamados por la sociedad como Los Doce Apóstoles del Diablo por aquello de que en esos tiempo había un pleito histórico entre la iglesia y la masonería al grado que la primera tuvo la osadía de echarle el pueblo a los segundos de tal forma que para desarrollar sus trabajos filosóficos los liberales se vieron en la necesidad de solicitar la intervención y protección del ejército.

Con el tiempo la tolerancia y la razón fueron llegando a los habitantes en general del pueblo de mis mayores hasta que la masonería fue reconocida socialmente como una organización de corte filosófico que no causaba daño a nadie como tampoco estaba en contra de Dios y de su iglesia, posteriormente allá por los años cincuenta del siglo pasado nace el Club Femenil ABC integrado con las esposas de los liberales y en los sesenta se forma el AJEF con los hijos de los masones, siendo el que esto escribe uno de sus fundadores y meses después se dio vida al ABC Juvenil, siendo si mal no recuerdo en los años 1964 y 1965 cuando el liberalismo regional tuvo su mayor auge y gloria, pues por primera vez en Llera sesionaban cada semana por separado los masones, sus esposas, hijos e hijas.

Dentro de las actividades que los masones desarrollaban eran dentro del esquema político y gubernamental, las señoras desempeñaban labores altruistas y premiaban a los estudiantes más destacados con una medalla al mérito en tanto que la juventud se dedicaba a realizar paseos a los centros turísticos del municipio, convocaban a los estudiantes a concursos de oratoria y declamación pero también escenificaban lo que antes se llamaban cuadros plásticos o sea el teatro en su más simple expresión donde se representaban hechos históricos relacionados con la independencia, la reforma y la revolución mexicana.

En fin había entusiasmo y vocación liberal tanto entre los masones grandes como en los chiquitos como nos decían a los ajefistas mientras que en el terreno femenil las damas y señoritas del ABC su trabajo era más humanista y social que político.

Pues bien he traído al recuerdo estas vivencias porque hace algunos días un grupo de jóvenes ajefistas del pueblo de mis mayores visitaron esta mesa de redacción para hacernos saber que ellos se reúnen cada sábado de cada semana en el taller ubicado por el boulevar Pedro José Méndez y observan que quienes deberían ser sus maestros no lo hacen y lo peor es que ni siquiera les designan un Instructor como tampoco respaldan sus actividades al grado de sentirse solos, razón por la cual tuvieron la confianza de preguntarnos que se podía hacer y las dos que tres sugerencias que les hice fueron las siguientes: Seguir trabajando como lo han venido haciendo hasta ahora, incrementar la membresía con jóvenes que saben bien van a responder con creces, promover la formación del ABC femenil dentro de la juventud e informar al Consejo Estatal del Ajefismo Tamaulipeco para que este a la vez canalicen sus inquietudes a la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de Tamaulipas.

Fuente: Agencias.